Industry Insight: Defenderse contra los patógenos, el papel de un sistema inmunológico fuerte para las gallinas ponedoras y los consumidores de huevos
La bioseguridad es una consideración importante para los productores de huevos de todo el mundo y puede considerarse como el ecosistema de medidas capaces de prevenir la propagación de organismos nocivos a los animales para reducir el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas. Una bioseguridad sólida requiere que todas las medidas preventivas funcionen en colaboración, desde las vacunas hasta las barreras físicas, las prácticas de higiene, los equipos de protección personal (EPI) y el biocontrol. Es esencial que todos los elementos trabajen en sincronía, sin eslabones débiles, para maximizar la producción y minimizar las bajas.
Un vínculo importante con la bioseguridad y la propagación del virus, que a veces puede olvidarse, es el funcionamiento del sistema inmunológico. Es la primera barrera de defensa frente a patógenos, tanto de origen bacteriano como viral. Un buen sistema inmunológico de ponedoras asegurará que el animal tenga una fuerte respuesta a las vacunas y ayudará a reducir la gravedad de las infecciones. En un artículo reciente (1) se destacó la importancia del estado nutricional en el proceso de protección contra infecciones virales.
Vitaminas A, B6, B12, C, D, E y folato; Los oligoelementos como el zinc, el hierro, el selenio, el magnesio y el cobre y los ácidos grasos Omega 3 son todos importantes para apoyar un funcionamiento óptimo del sistema inmunológico de la gallina. Por ejemplo, se sabe que la vitamina A aumenta la protección contra la enfermedad de Newcastle al aumentar el título corporal. Si bien se sabe que la vitamina D protege a las gallinas del estrés inmunológico (2), también reduce la susceptibilidad a la oxidación de la yema de huevo, mejorando así el tiempo de almacenamiento de los huevos. Además, la vitamina E tiene un efecto modulador sobre el sistema inmunológico mediante la activación de macrófagos y la producción de anticuerpos, necesarios para la prevención y resistencia frente a diversas enfermedades (3). Como beneficio adicional para fortalecer el sistema inmunológico, proporcionar una nutrición óptima también permite que la gallina sea menos propensa a las deformidades óseas (osteoporosis) y ayuda a mejorar la calidad de la cáscara del huevo.
Proporcionar una nutrición óptima a las gallinas ponedoras es esencial no solo para estimular y mantener la inmunidad de la ponedora, sino también para proteger el valor nutricional de los huevos para los consumidores. Se considera que los huevos son uno de los “primeros alimentos de la naturaleza” y hay cada vez más pruebas sobre los beneficios de los huevos para la nutrición infantil y los posibles beneficios para las mujeres durante el embarazo y el parto (4). La matriz de huevo única de macronutrientes, micronutrientes y factores inmunes, significa que los huevos contienen la mayoría de los nutrientes esenciales requeridos por el cuerpo, promoviendo el crecimiento y potencialmente también ayudando al desarrollo infantil (4). Como explica Lutter et al., En su artículo sobre el "potencial de un huevo simple para mejorar la nutrición materna e infantil".
También es posible reforzar el ya impresionante valor nutricional del huevo, realzándolo con DHA, Omega 3, Vitamina E, D y ácido fólico. Además, los huevos también pueden proporcionar al cuerpo humano nutrientes y otros factores inmunes en compuestos que se absorben y metabolizan más fácilmente, en comparación con los suplementos de un solo nutriente (4). Todos estos son elementos importantes en el proceso de estimular el sistema inmunológico del consumidor, pero también de la gallina ponedora.
Otro estudio publicado en 2020 (5) destaca el hecho de que el metabolito de la vitamina D “25 (OH) D3 suprime la producción de citocinas inflamatorias y reduce la replicación del virus y las manifestaciones clínicas de las infecciones por el virus de la influenza en un modelo de ratón”. Este metabolito se puede complementar en la dieta de la gallina para aumentar la actividad de la vitamina D del huevo hasta cinco veces.
En conclusión, cuando proporcionamos a las gallinas ponedoras una dieta rica en vitaminas, minerales y oligoelementos, estamos apoyando el proceso de bioseguridad de toda la parvada, al mismo tiempo que mejoramos el estado nutricional de la población humana que consume huevos y ovoproductos. una situación de beneficio mutuo para el productor de huevo y el consumidor.
Artículo escrito por:
Dr. Murtala Umar Faruk, científico principal, DSM Nutritional Products
Kalpana Beesabathuni, líder global - Tecnología y espíritu empresarial, Vista y vida
DSM es el socio de la cadena de valor de IEC: aditivos alimentarios y sostenibilidad, y la asociación tiene como objetivo ayudar a impulsar el desarrollo en la industria del huevo.
Referencias:
(1) Calder, PC et al., 2020. El estado nutricional óptimo para un sistema inmunológico que funcione bien es un factor importante para protegerse contra las infecciones virales. Nutrientes
(2) Geng, Y. et al., 2018. Nutrición y metabolismo 15:58. La suplementación con vitamina D 3 en la dieta protege a las gallinas ponedoras contra el estrés inmunológico inducido por lipopolisacáridos.
(3) Zang, H. et al., 2011. Efectos de diferentes combinaciones de vitaminas en la dieta sobre la calidad del huevo y la deposición de vitaminas en el huevo entero de gallinas ponedoras. Br. J. of Poultry Sci. 13: 113.
(4) Lutter, CK, Iannotti, LL y Stewart, CP (2018). El potencial de un simple huevo para mejorar la nutrición materna e infantil. Nutrición materna e infantil, 14 (Suppl 3), e12678.
(5) Hayashi, H. et al., 2020. Suplementación oral del metabolito de la vitamina D 25 (OH) D3 contra la infección por el virus de la influenza en ratones. Nutrientes